¿Crees que los jerbos son solo una versión más pequeña del hámster? ¡Error! Estos pequeños roedores tienen una personalidad arrolladora, son súper activos, curiosos y, si se les cuida bien, ¡pueden convertirse en mascotas tan entrañables como un gato o un perro!
Los jerbos son originarios de zonas desérticas como Mongolia o el norte de África, los jerbos están adaptados a vivir en ambientes secos. Tienen una cola larga con un mechón de pelo en la punta y unas patas traseras potentes que les permiten saltar como canguros en miniatura.
2. Inteligentes, curiosos… ¡y muy sociales!
A diferencia de los hámsters, los jerbos no deben vivir solos. Son animales sociales que necesitan la compañía de otros jerbos para no estresarse. Verlos interactuar es un espectáculo: se acicalan, juegan, cavan túneles juntos… ¡No te aburrirás!
3. Les encanta excavar: su instinto natural
Los jerbos son auténticos arquitectos. Necesitan mucho sustrato para excavar y construir túneles, como harían en la naturaleza. Por eso, un buen hábitat debe tener al menos 20-25 cm de profundidad de sustrato natural, sin polvo, para que puedan hacer sus propias galerías.
4. ¿Qué comen los jerbos?
Su dieta debe ser rica en fibra y baja en grasas. Las mezclas específicas para jerbos, como las que encontrarás en ERA Pet Food, están formuladas para respetar sus necesidades naturales. También pueden disfrutar de pequeños premios como semillas, verduras o snacks naturales… pero siempre con moderación.
5. ¿Sabías que…?
- Los jerbos no huelen mal si su hábitat está bien cuidado.
- No necesitan baños de agua, pero sí de arena para mantener su pelaje limpio.
- Son diurnos y nocturnos, alternando momentos de actividad y descanso.
- Viven entre 3 y 5 años, así que es un compromiso a medio plazo ideal para familias.
Si estás buscando una mascota diferente, divertida y activa, ¡los jerbos te van a conquistar! Solo necesitan un hábitat bien pensado, una dieta adaptada y, sobre todo, mucha atención y cariño.
– El equipo de Cunipic