Los conejos, roedores, aves y pequeños mamíferos no solo necesitan una buena alimentación para estar sanos. El enriquecimiento ambiental es clave para su bienestar físico y emocional. A través de juegos, juguetes y estímulos adecuados, podemos prevenir el aburrimiento, reducir el estrés y favorecer conductas naturales.
En este artículo te contamos cómo enriquecer el entorno de tu mascota y darle una vida más feliz.
Enriquecimiento para conejos
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Túneles y escondites: fomentan su instinto natural de explorar y refugiarse.
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Juguetes de heno prensado o madera natural: ayudan al desgaste dental y evitan el sobrecrecimiento de los dientes.
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Zona de juego segura: un espacio donde puedan saltar y moverse libremente cada día.
Enriquecimiento para roedores (hámsters, cobayas, chinchillas, degús…)
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Ruedas adecuadas (sin barrotes): permiten ejercitarse de manera segura.
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Casitas y tubos de cartón: estimulan la curiosidad y el instinto de esconderse.
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Snacks naturales escondidos: juegos de búsqueda que activan el olfato y la mente.
Enriquecimiento para aves
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Perchas de diferentes tamaños y materiales: para ejercitar patas y evitar problemas articulares.
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Juguetes colgantes y cuerdas: estimulan su inteligencia y reducen el aburrimiento.
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Tiempo de vuelo controlado (si es posible): esencial para su salud física y mental.
Enriquecimiento para hurones
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Túneles y pelotas: favorecen su naturaleza juguetona y activa.
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Juegos de escondite con snacks: estimulan el instinto de caza.
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Momentos de interacción diaria: necesitan pasar tiempo con sus tutores para evitar estrés y soledad.
Beneficios del enriquecimiento
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Previene problemas de comportamiento.
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Estimula la mente y el cuerpo.
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Refuerza el vínculo entre mascota y tutor.
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Mejora la calidad de vida y la longevidad.
Dedicar tiempo a preparar juegos, ofrecer juguetes seguros y crear espacios adaptados hará que tu pequeño animal viva más feliz, sano y equilibrado.
– El equipo de Cunipic