Son bastantes las veces que nos han preguntado:
¿Pueden esterilizarse las cobayas?
Aunque la cobaya es un animal gregario y no suele tener problemas de convivencia, hay veces en que la esterilización puede convertirse en la única solución frente a diferentes situaciones.
La esterilización puede ayudarnos en algunos pocos casos en problemas de convivencia, en otros pocos por problemas de carácter y en la mayor parte para evitar los embarazos y los posibles abandonos de las crías. Decimos en pocos casos porqué no suelen darse estas situaciones, no porqué la esterilización no sea efectiva. Sea por el motivo que sea, no hay ningún problema en esterilizar a nuestras cobayas.
¿Mejor esterilizar al macho o a la hembra?
En caso de que tengamos la duda de si esterilizamos al macho o a la hembra, debemos tener en cuenta que la esterilización en los machos es mucho más sencilla a la vez que mucho más económica.
El motivo es porqué los órganos sexuales masculinos son externos, y eso hace que con una pequeñita incisión se pueda llevar a cabo la esterilización, mientras que para acceder a los órganos sexuales femeninos, al estar ubicados en el interior del animal, tengamos que hacer una mayor incisión para acceder al interior y poder llevar a cabo la esterilización.
¿La esterilización beneficia a nuestra cobaya?
Si hablamos de beneficios de salud, la decisión ya puede volverse más difícil, puesto que en ambos casos aporta prevención de enfermedades en animales que no van a reproducirse.
En el caso de los machos, aparte de problemas de conducta como pueden ser agresividad y marcaje, con la esterilización conseguimos alargarle la vida, puesto que le ahorramos la energía que libera al entrar en celo, y el estrés que se genera de no poder realizar la monta.
En el caso de las hembras, los beneficios son algo más profundos, puesto que conseguimos reducir muy notablemente los tumores mamarios, uterinos y ováricos. Además también evitamos infecciones de útero.
Aprovechamos para recordaros que es muy peligroso para la salud de la cobaya hembra, que tenga su primer parto a partir de los 7 meses de edad, pudiendo poner en peligro tanto la vida de la mamá como de las crías.
