Los hurones tienen una forma de proceder con la higiene muy parecida a los gatos. Eso significa que pueden sufrir obstrucciones intestinales debido a la ingesta de su propio pelo, puesto que son muy minuciosos en su higiene.
Si observamos a nuestros hurones las horas que están en la jaula veremos que, aunque la mayor parte del tiempo están durmiendo, dedican un buen rato a su higiene. Podemos observarlos lamiéndose la tripa, la cola, la espalda, las patas… Y todo eso varias veces al día.
Eso significa que ingieren una cantidad importante de pelo, que termina en sus intestinos. A parte del pelo que pueden ingerir debido al acicalamiento, nos encontramos también los pelos que quedan sueltos por la jaula. Algunos de estos pelos van a parar al comedero, así que muy probablemente cuando nuestro hurón está comiendo su pienso, también ingiere parte de los pelos que rondan por la jaula.
El problema de la obstrucción intestinal a causa de sus propios pelos, dependerá de la cantidad de pelo que hayan ingerido, siendo mas frecuentes estos problemas en las épocas de muda.
Solución efectiva para la obstrucción intestinal: la malta.
Este compuesto natural, facilita la evacuación ya que ejerce como un suave laxante. Además, como la dieta del hurón es carnívora, si se lo damos con regularidad conseguiremos que nuestro hurón defeque sin ningún problema, y evitaremos prolapsos rectales por estreñimiento.
Como hemos comentado, la malta ejerce como laxante, así que no debemos darle en exceso ni en casos de hurones deshidratados, desnutridos o con descomposición.
Una cantidad recomendada, sería de 1 a 2 cm. dos o tres veces a la semana. Además, como a los hurones les encanta la malta, podemos usarla si tenemos que darles algún tipo de medicamento, ya sea mezclándolo o entre lametazo y lametazo.
Podemos encontrar malta en cualquier tienda de animales, se presenta en tubos tipo pasta de dientes. En caso de no encontrar malta específica para hurones, podemos darle tranquilamente la de gatos.