Quedan solamente dos días para la verbena de San Juan!!! Fiesta, diversión, fuegos artificiales…. ES UNA NOCHE LLENA DE MAGIA!
Aunque somos muchos los que deseamos celebrar esta noche, hay quien, por el contrario, desea que pase lo antes posible. Ya sabemos que esta fiesta se caracteriza fundamentalmente por los petardos y no a todos nos gustan.
Esto también les ocurre a nuestros pequeñajos, los hurones.
Son muchas las consultas que nos habéis estado realizando durante estas dos últimas semanas. A la llegada de San Juan es normal que os estéis preguntando si puede llegar a afectar a vuestros hurones la tan sonora celebración.
Tal y como os hemos dicho, no es una festividad que llegue a agradar a todos, por lo que nuestro hurón puede verse afectado o no ante el exceso de ruido producido por los fuegos artificiales.
SEAMOS PRECAVIDOS
Para los que ya han tenido experiencia con sus mascotas durante esta noche o para aquellos que son primerizos y quieren prevenir que su pequeño se vea afectado, y así evitarle un sufrimiento innecesario, aquí os dejamos unos básicos consejos para reducir el estado de estrés que pueda llegar a causarle el ruido en exceso durante esta larga noche.
- Se prevenido e intenta cambiar su jaula a un lugar interior de la casa o a alguna de las habitaciones con una mayor insonorización. Taparla con un trapito o mantita, siempre y cuando dejemos que pase el aire, es otra forma de evitar que entre el excesivo ruido.
- También puedes optar por facilitarle un refugio donde pueda esconderse y en el que tenga su comidita y algunos objetos que le sean familiares (sus juquetes, mantitas…)
- Evita el contacto con él. En el momento en el que muestre una actitud de estrés o una conducta de miedo, intenta no cogerlo, acariciarlo o hablar con él. Muchos de nosotros pensamos que haciendo esto podemos llegar a tranquilizarlo. Es un error común que hemos de evitar! Mostrándole nuestro afecto, nuestro hurón pensará que se trata de una actitud positiva y nos será más difícil evitar que la repita.
La mejor fórmula, pese a que nos llegue a costar, es demostrar indiferencia ante esta conducta de miedo.
En casos en los que veamos que nuestra mascota se encuentre en estados de estrés extremos, es aconsejable acudir a su veterinario para que determine el tratamiento a seguir.