Estamos en el ecuador del invierno, y es muy posible que hayamos observado algunos cambios en nuestros pequeños compañeros peludos los hurones.
Uno de los cambios más significativos es la muda, es decir, nuestro hurón cambia su pelaje para pasar a tener uno más denso y algo más largo. Este proceso es totalmente normal y no debe dar ningún tipo de complicación.
Otro de los cambios que podemos apreciar con mayor facilidad, es el aumento de peso de nuestro hurón. En cuánto nuestros huris notan el frío su organismo se prepara para acumular energías, ya que en la naturaleza es más difícil para ellos encontrar alimento durante los meses de frío.
También observaremos durante el invierno, que nuestro hurón come mucho más de lo que nos tenía acostumbrados, así que… A llenar la despensa!!!
Este comportamiento es totalmente normal aunque nuestros hurones vivan dentro de casa con nosotros. En caso de tener a los hurones en el exterior, debemos tener claro que éstos soportan mucho mejor el frío que el calor, pero aún así hará falta que les proporcionemos un buen cobijo dónde ellos puedan refugiarse del frío y del mal tiempo, así como una zona oscura dónde puedan hacer su fotoperiodo.
No estaría de más que también pudieran acceder a alguna zona con sol, por si quieren calentar sus cuerpecitos peludos antes de echarse una buena siesta.