A la hora de referirnos a las características de un hurón, el color es una de las principales, aparte de la morfología y tipo de pelo. Si quieres ser un experto hurones, empezar por conocer los colores es esencial.

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El típico hurón es color sable. El sable es un color marroncito, y mirándolo en detalle, tiene el pelaje largo, con las puntas negras y el entrepelaje clarito. También se le llama color salvaje, porque es el color que el hurón tiene de origen, en la naturaleza. El sable negro, es como el anterior, aunque con una coloración más oscura.

Para gustos, colores

Luego hay tres colores que, curiosamente, tienen referencias gastronómicas: el color chocolate, el champagne y el canela. El primero es del color que su nombre indica, pero con un entrepelado beige; el segundo es un beige muy difuminado; y el tercero es un color sólido (uniforme) canela.

En sexto lugar existe el “silver”: hurones que cuando son pequeños tienen un pelaje oscuro, pero que se van aclarando conforme van creciendo, como si les crecieran canas. Por último, encontramos dos tipos de blanco: el denominado simplemente blanco y el albino. El blanco tiene normalmente alguna mancha negra, por ejemplo blanco con la cola negra. Y el albino es todo blanco, pero se caracteriza fácilmente porque tiene unos impresionantes ojos rojos.

Para verlos, aquí tenéis los hurones de la mano de Antonio, donde podréis ver bonitos hurones de todos los colores: