Todos conocemos los beneficios de recibir un buen masaje. Los masajes tienen efectos muy beneficiosos para nuestra salud, ya que mejoran la circulación, estimulan el sistema inmunitario, devuelven la flexibilidad y ayudan a desarrollar un mejor tono muscular.
ENTONCES, SI SON BUENOS PARA NOSOTROS, LO SON TAMBIÉN PARA NUESTROS AMIGOS, LOS HURONES?
Sin lugar a dudas, los hurones, así como cualquier otra mascota que tengamos en casa, pueden beneficiarse enormemente de los masajes, ya que aparte de los beneficios para su salud, también pueden aliviar el dolor, evitar la aparición de dolencias musculares y óseas, mejorar la circulación, mejorar la coordinación y la fuerza…
COMO REALIZAR EL MASAJE A NUESTRA MASCOTA.
Es recomendable empezar a dar el masaje a nuestro hurón cuando todavía es joven, sin embargo, nunca es demasiado tarde para aplicar esta técnica.
Para empezar, esperaremos a que esté tumbado en el suelo o en nuestro regazo y que se encuentre en un estado de relajación.
Aplicaremos el masaje sin demasiada presión, únicamente presionaremos ligeramente con dos o tres dedos, usando movimientos circulares.
Iniciaremos el masaje por el cuello y lentamente iremos bajando por cada lateral de la columna, usando nuestros dedos índice y pulgar, uno en cada lado de la espina.
Iremos hablándole suavemente y bajito para ayudarlo a relajarse.
Continuaremos bajando por todo su cuerpo, hasta llegar a las escápulas, desde dónde empezaremos a bajar por cada costado. En los codos, cogeremos el antebrazo, como si estuviésemos desenroscando un caño, frotando suavemente, hasta llegar a las manos. Levantaremos todo el miembro anterior y haremos flexión y extensión, primero suave y luego iremos incrementando la resisténcia.
Volveremos a la columna y seguiremos con el masaje hasta llegar al coxal. Ahí bajaremos de la misma forma en que lo hicimos en el miembro anterior.
Ponga a su mascota de lado, y frote suavemente su barriga con las yemas de los dedos, sin dejar de describir círculos. Iremos subiendo hasta llegar a la cabeza, pasando por el abdomen, tórax, pecho, masajearemos vigorosamente la cara, mandíbulas, nuca, barbilla…
Terminaremos el masaje acariciándole suavemente la cabeza.
Sobre todo, durante todo el masaje, no olvidemos de ir hablándole con una voz relajada.
Después de haber realizado el masaje a nuestro pequeño, podemos darle un premio por haberse mantenido quieto y relajado. De esta forma incentivaremos este comportamiento y haremos que esté más predispuesto para la próxima sesión de relax.