¿Cuál es el origen de las cobayas?
Las cobayas provienen de América del Sur. Aparecieron en el Mioceno después de la formación de las cordilleras montañosas y de su país de origen reciben el nombre de Cuy, que proviene del quechua “quwi” que suena, a la vez, como los sonidos que emiten estos animales.
La cobaya salvaje solía vivir en gran diversidad de hábitats: zonas rocosas y montañosas, grandes praderas, sabanas, lugares pantanosos y húmedos, en los márgenes de los bosques, e incluso en alturas de 4.500 metros en las montañas de los Andes, aguantando temperaturas muy bajas.
En Europa fueron introducidas por los holandeses poco después del descubrimiento de América, fecha en la que fueron vistas por primera vez por conquistadores españoles. Las cobayas vivían en los pueblos alrededor de las casas y las granjas. Cuando Cristóbal Colón llegó a América, los Incas ya habían domesticado a las cobayas. Las criaban en sus variedades de colores principales como el crema, el chocolate o el agouti gris, y las diferenciaban por su pelaje habiendo las de pelo largo, corto y alborotado. Los Incas utilizaban las cobayas como sacrificio para los dioses, para el consumo propio y aún hoy en día se usan como alimento en Sudamérica.
Los indígenas del Perú, Ecuador y Bolivia preparaban guisos muy picantes de maíz y patatas con las cobayas.
A Europa llegaron primeramente a Holanda, luego a España y Portugal y finalmente a Inglaterra. En América del Norte llegaron ya domesticadas en el año 1770.
En Europa, como no era un animal muy conocido, se consideraba exótico, ya que provenía de un lugar lejano. Eran muy caras, costaban una guinea, y por lo tanto sólo las podían adquirir las personas ricas. Por otra parte, en Europa, las cobayas se utilizaron primeramente en laboratorios para investigaciones médicas, y un tiempo más tarde se empezaron a utilizar como animal doméstico.
En Gran Bretaña, país en el que hoy en día la cobaya es una mascota muy apreciada, se empezaron a realizar ferias de muestra y exposiciones de estos roedores y con el tiempo esta costumbre se extendió también por diferentes países de Europa.