Tranquilo, dulce, tierno, suave, mimoso, enano, mediano, grande y colorido, son algunos de los tantos adjetivos que bien pueden describir a nuestro conejo enano. El conejo enano, ese peluche viviente es aceptado hoy como mascota de compañía gracias a su docilidad y apariencia. Si has adquirido un conejo enano te recomiendo lo siguiente para poder empezar a cuidar de él: tenemos ganas de llegar a casa con nuestro pequeño y mimarlo mucho, pero no es lo correcto, cuando llega a su nuevo hogar lo primero que deberemos entender es que nuestro conejo se siente extraño porqué no conoce los olores, los ruidos, las personas, etc.,
Su adaptación requiere tranquilidad y paciencia por nuestra parte, para conseguirlo hay que dejar al conejo tranquilo en su jaula y así podrá empezar a inspeccionar, oler y poco a poco acomodarse al nuevo espacio. Nosotros mientras tanto podemos observarlo de una forma cercana.
A partir del segundo día de su llegada lo podremos coger y empezar a jugar con él siempre siendo muy pacientes y si vemos a nuestro conejo enano nervioso lo dejaremos de nuevo en su jaula, él debe entender que no somos una amenaza. Una técnica que resulta fácil y eficaz es coger a nuestro conejo y acariciarle las orejitas, esta acción los tranquiliza mucho y les gusta porque lo relacionan con el contacto que tuvieron con su madre.
Durante los primeros días que tengas el conejo enano en casa sácalo de la jaula todo lo que sea posible siempre bajo tu vigilancia, ten especial cuidado con los cables ya que pueden roerlos si les parecen atractivos. Es muy recomendable que le hables para que vaya reconociendo tu voz, relacione cual es tu nombre y vaya cogiendo confianza. Una característica de los conejos enanos que puede ser una ventaja y desventaja a la vez es que son muy silenciosos. Con paciencia conseguirás ganarte su confianza y adiestrarle como si de un perro se tratara
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